Granada lleno de esperanza
Serie: Desde otras voces
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Un viaje a través del campo colombiano para descubrir lo que hace el programa Somos Rurales del PNUD y el Ministerio de Trabajo, en Granada, Antioquia. Joselito y su equipo local nos muestran cómo apoyan a la gente de Granada, un municipio en proceso de postconflicto que renace después de la masacre de inicio de este siglo.
Vámonos a ver el amanecer en Granada para empezar nuestro día lleno de energía. Desde la cabecera municipal y después de viajar durante veinte minutos en moto, vimos el pueblo enclavado entre montañas. Nos preparamos para un día lleno de visitas.
Estaremos con Carlos y sus plantas de mora, con Don Pedro y sus plantas de café, visitaremos el taller de caficultura, el centro de inclusión y el «salón del nunca más». Parece un día normal en el campo, pero todos los proyectos que conoceremos hoy tienen algo en común: incluyen personas con discapacidad en la actividad agricultora de pequeña escala — menor a dos hectáreas. Este tipo de acciones nos demuestran que hay esperanza de construir una Colombia mejor.
Carlos cultiva mora
Nuestra primera parada es donde Carlos y su madre. Carlos tiene catorce años de edad y es completamente sordo desde nacimiento. Como la educación no era adaptada, ir a la escuela no fue una opción para él. No tenía mucho futuro hasta que entraron a ser parte del proyecto. Contribuir en la finca con sus plantas de mora le fascina y no quiere dejar de aprender ni por un segundo.
Sus primeras 150 plantas fueron entregadas por el programa Somos Rurales, y después de un tiempo, pudieron comprar otras 300 plantas de mora para generar más ingresos y sostener la familia.
Don Pedro cultiva café
La próxima visita es en el cultivo de café de Don Pedro, quien no puede doblar sus piernas, lo que le complica el trabajo en el campo. Don Pedro ya tiene su cultivo bien rentable y contrata a personas para hacer las tareas que él mismo no puede hacer. Así sostiene una buena calidad de vida. El programa ayuda a comercializar su café como un producto de origen, en bolsas personalizadas y con una etiqueta específica para cada finca. Así Don Pedro puede vender su producto con su propia historia.
Desde Somos Rurales animan a Don Pedro a seguir adelante. Le ayudan a producir su propia miel en pequeña escala para el autoconsumo o para la venta local.
Los talleres de caficultores
Después de las visitas de campo, que ocupan la mayor parte del trabajo del equipo, vamos a un taller de capacitación en una de las veredas. El objetivo de Joselito y su equipo es apoyar a los caficultores locales en sus procesos de formación junto a la Cooperativa de Caficultores de Antioquia y la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia. En otras ocasiones, los talleres se concentran en la estrategia de empoderamiento y la inclusión económica y social de personas con discapacidad víctimas del conflicto armado.
La casa de inclusión
Después de casi dos horas en moto para regresar a la cabecera municipal de Granada, pasamos por la casa de inclusión donde viene gente desde diferentes veredas con distintas discapacidades a tomar clases: vienen a aprender a cocinar y trabajar, pero sobretodo a ganar confianza en sí mismos. Mary Cruz da todo lo que puede para tener estudiantes felices. Durante la semana, y a veces duranre los fines de semana, es apoyada por otras mujeres que trabajan como profesoras. Entre los estudiantes está Carlos, quien viene a menudo para aprender cosas básicas como los países o las reglas esenciales de matemáticas.
El salón del nunca más
A unos minutos caminando hay un lugar muy especial. Para algunos espiritual, para otros de confrontación. Justo al lado de la iglesia se encuentra “el salón del nunca más”. Su nombre no necesita explicación, su interior sí. Qué suerte que Sonia estaba ahí para darnos una explicación llena de emoción, esperanza y motivación.
“Es un proyecto de víctimas”, dice Sonia “donde no se juzga a quién hizo qué, pero donde sí tenemos que recordar y procesar los muertos”. El salón parece un museo. Tiene salas con fotos de víctimas y una explicación sobre las masacres que tuvieron que vivir en 2001. No importa su color, qué hicieron o qué no hicieron, todos son víctimas.
Como pueden imaginar, el día fue muy emocionante e impactante, entonces terminamos la tarde compartiendo experiencias durante una reunión de cierre.
Días después de esta visita tengo varios pensamientos. Pienso en todo el trabajo que todavía falta, en la energía de la gente del campo, en las pequeñas acciones que ya han podido cambiar las vidas de muchos. En definitiva, sé que hay esperanza a través del cultivo de mora y café.
Granada es un lugar con una historia dura pero con un pueblo resiliente. Solamente vimos el inicio, pero la gente va saliendo de la sombra con plena energía.
Esta historia fue escrita por Louis Lammertyn, un fotógrafo belga que vive en Colombia desde hace dos años y se dedica a la fotografía documental y a la consultoría de proyectos sostenibles. Conoce más de su trabajo en el sitio web: www.louislammertyn.com y sigue su cuenta en Instagram: @lammertyn
Desde otras voces recoge las experiencias y aprendizajes de quienes se han interesado por conocer de cerca las historias de vida de los colombianas y colombianos que le apuestan a la generación de desarrollo inclusivo, socialmente responsable, ambientalmente sostenible y en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Somos Rurales
Somos Rurales es apoyado por el Proyecto de Desarrollo Económico Incluyente Rural para familias del área de Reducción de Pobreza e Inequidad del PNUD.
Su objetivo es contribuir a la restitución de capacidades laborales, mediante la implementación de estrategias de empoderamiento económico, social, organizativo, empresarial y comunitarias orientadas a la generación de prosperidad y a la acumulación de capital.
El programa contempla el fortalecimiento de negocios inclusivos en sectores económicos distintos a los agropecuarios como artesanías, economía creativa, turismo rural y comunitario. Además, Somos Rurales incluye más de 24 líneas productivas agrícolas fortalecidas con encadenamientos comerciales. Beneficia a 3.331 familias y 14.657 personas en 28 municipios y 10 departamentos. Lee más en: goo.gl/jBu42K