Las mujeres de Puente Aranda que pintaron con presupuestos participativos una localidad de empoderamiento, derechos y memoria
“Han sido dos meses gratificantes, enriquecedores y con muchas emociones. Con la activación de nuestro proyecto de presupuestos participativos hemos trabajado con más de 200 mujeres puentearandinas -de forma masiva- generando en ellas autoconfianza, defensa personal, reconocimiento de sus derechos, y aprendizajes de cuidado con la práctica marcial”, expone Maritza Gamboa Bejarano, directora de la Fundación María Quaglia para la Mujer Valiente, en protección de la mujer de Puente Aranda.
Son más de 15 iniciativas nacidas desde las comunidades de Puente Aranda, que promueven transformaciones sociales y territoriales en la localidad. Ciudadanos y ciudadanas, en organizaciones o sin ellas, que originalmente decidieron apostarle a una idea para el desarrollo sostenible y bienestar de sus vecindarios. Estructuraron sus propuestas y encontraron en la alternativa de los presupuestos participativos una oportunidad para su financiamiento: un camino para hacerlas realidad.
Presentaron sus ideas a la Alcaldía de su localidad, en este caso, de Puente Aranda (en el centro-occidente de Bogotá). Allí les vincularon a la Escuela Ciudadana Puente Aranda Escucha y Actúa, un proceso integral de formación acompañado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD en Colombia.
Desde finales de 2021, las comunidades, y en especial los promotores y promotoras de los presupuestos participativos recibieron la asesoría técnica requerida para fortalecer el alcance de sus proyectos en dicha escuela. Esto permitió mejorar sus formulaciones e incluso en algunos casos, el proceso contribuyó a formalizar sus organizaciones.
Adicionalmente, en la escuela se vincularon las iniciativas de presupuestos participativos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS, y proyectar mecanismos de medición que demostraran cómo aportan al cumplimiento de las metas e indicadores de dicha agenda global, desde sus barrios.
“Nuestras iniciativas tienen una perspectiva muy grande, inclusive global. Nuestros proyectos tienen relación con las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y nuestro anhelo es aportar, desde el nivel más local, al cumplimiento de la agenda de futuro del planeta. Por ejemplo, nuestra Escuela de Mujer y Equidad de Género ha convocado decenas de mujeres en procesos de participación, educación en derechos, oportunidades, arte. Un esfuerzo colectivo donde las mujeres de Puente Aranda queremos lograr cambios significativos hacia la igualdad de género, la reducción de las desigualdades, el empoderamiento de las mujeres y el logro de comunidades socialmente sostenibles”, agregó Aurora Beltrán Jiménez, directora de la Escuela de Mujer y Equidad de Género ‘Puente Aranda Libre de Violencias contra la Mujer’.
De las quince iniciativas en ejecución, de proyectos de Presupuestos Participativos, seis están enfocadas en realizar acciones en el territorio para la prevención del feminicidio y la violencia contra la mujer, y liderar procesos de construcción de memoria, verdad, reparación integral a víctimas, paz y reconciliación. Las iniciativas contribuyen también al cumplimiento del plan de desarrollo de la localidad de Puente Aranda- Este es un ejemplo de incidencia ciudadana en la política pública de un territorio.
“Buscamos recuperar la confianza de la ciudadanía, y esa legitimidad que necesitamos de las comunidades para que las inversiones de la administración local tengan mayor impacto. Los presupuestos participativos nos han permitido que la ciudadanía proponga y sean veedores y beneficiarios de esas mismas propuestas: recuperamos la confianza, hacemos construcción colectiva de lo público y lo ejecutamos, como administración, al lado de las organizaciones sociales y comunitarias locales”, explicó el alcalde de la localidad de Puente Aranda, Juan Pablo Beltrán.
Las iniciativas para el bienestar y empoderamiento de las mujeres, que han planteado las lideresas sociales y comunitarias de la localidad, incluyen la constitución de escuelas de formación sobre políticas públicas de mujer y género; liderazgos y empoderamiento; espacios de autoconfianza y redes de apoyo para las mujeres del sector; talleres de acceso a la justicia, participación, sororidad, eliminación de toda forma de violencia y restauración de derechos; procesos de memoria sobre la participación y el liderazgo de las mujeres en Puente Aranda. Por último, actividades artísticas, audiovisuales y ambientales en experiencias de memoria y reparación con víctimas del conflicto armado.
“Con el arte generamos incidencia. Transformamos espacios públicos; creamos nuevos canales de diálogo. Construimos un mural llamado ‘Puentearandinas: tejiendo lazos de unidad’, pues quisimos mostrar unión de procesos culturales, la naturaleza, el saber tradicional de las mujeres de allí. Cuando intervenimos espacios públicos generamos en los inconscientes formas distintas de entender las realidades. También hacemos que el espacio público sea más seguro para las mujeres. Que en cualquier lugar de la localidad se sientan seguras y respaldadas contra las violencias”, expuso a su turno Daniela Gómez, artista de grafiti y arte urbano de Puente Aranda.
La estrategia ‘Puente Aranda Escucha y Actúa’ está enfocada en el fortalecimiento de las capacidades de la ciudadanía en la participación ciudadana, la toma de decisiones públicas y el afianzamiento del diálogo entre la ciudadanía y la institucionalidad pública en esta localidad bogotana. Por resultado, las comunidades ejecutan sus propios presupuestos participativos: implementan proyectos de beneficio colectivo con apoyo técnico y financiero de parte de la alcaldía de la localidad. Sus apuestas contribuyen al cumplimiento de los compromisos de gobierno, establecidos en los planes locales de desarrollo.
Finalmente, el proceso deja experiencias de empoderamiento, liderazgo y capacidades fortalecidas por parte de organizaciones de la sociedad civil. Muchas de las iniciativas son dinamizadas por juventudes y liderazgos de distintos grupos poblacionales, con lo que se constituye un proceso incluyente, comunitario y participativo.